Cuando una persona o empresa no cobra lo que le deben, no solo tiene derecho a recuperar esa cantidad, sino también a que se le paguen intereses por el retraso. Pero ¿sabías que no todos los intereses son iguales? En este artículo te explicamos, de forma sencilla, cuáles se aplican en cada caso y cómo pueden ayudarte a recuperar más dinero.
1. Intereses legales
Son los que establece el Estado cada año. Se aplican cuando una deuda no se paga en el plazo pactado, y no se ha acordado ningún otro tipo de interés entre las partes.
- Cuándo se aplican: en relaciones civiles o mercantiles, si no se ha pactado nada distinto.
- Ejemplo: prestaste dinero a alguien sin firmar nada sobre intereses; si no te paga, puedes reclamar el interés legal desde el día que vencía la deuda.
2. Intereses judiciales
- Se imponen cuando la deuda se reclama judicialmente. Son también los intereses legales, pero computan desde la sentencia o auto que establece la obligación de pago hasta que se paga.
- Cuándo se aplican: si has tenido que ir a juicio para que te paguen.
- Ejemplo: reclamas una factura impagada; el juez condena al deudor a pagar el principal más los intereses judiciales desde la demanda.
No obstante, dependiendo de las circunstancias del caso concreto, ello puede variar, ya que por ejemplo, los salarios impagados llevan aparejado un 10%, las compañías aseguradoras, dependiendo del momento en que paguen, también pueden tener que pagar el 20%... para más información, consúltanos tu caso.
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